Muerte de Valle-Inclán.
Un rizo de humo flota sobre la Ría de Arousa como un mechón desprendido de la barba blanca de Valle-Inclán. Es una niebla triste que se condensa en los racimos de uva albariño bajo un panorama de parras invertidas que destilan, gota a gota, los caldos del Salnés. Cambados, Vilanova, A Pobra do Caramiñal... Desde las ruinas de Santa Mariña Dozo se oye el llanto de las nécoras apresadas en las nasas: ¡Ay Josefina Blanco y tu niño de piedra granito! Pero ¿dónde esta Valle? Un cartel nos señala un pazo, otro nos indica un cruceiro o una ermita (divinas palabras), pero es inútil: taciturno, lacustre, como un alma en pena, su cuerpo diminuto se sumerge en la ría exhalando volutas de niebla con su pipa de kif.
Gracias por traernos este renovado Lector y feliz año querido José María!
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