Adam Smith publica “La Riqueza de las Naciones”
La mecánica del Mercado determina un alto beneficio para el hombre distribuido justamente por las alas membranosas de los Demonios del Comercio, laissez faire, laissez passer. Una rabiosa competencia tasa las contribuciones particulares de cada división del trabajo, favoreciendo la riqueza de las naciones que hayan emprendido la búsqueda del imposible precio natural abordo de un barco de la Liga Hanseática. Adam Smith ha bajado de las Tierras Altas con un nuevo Pentateuco inspirado en el producto interior bruto y son perfectos todos sus axiomas -incluido el libro de los Números- salvo si la oferta y la demanda se adulteran por alguna anomalía en las letras de valores calvinistas: brotan estadios y campeonatos de música funesta en el lugar exacto de las artes, amputadas por ausencia de mecenas. Gloria al capitalista filantrópico que suple las carencias de un Estado Mínimo.
(En el horizonte enrojecido de la revolución industrial cabalga Carlos Marx con su juego de valores materialista que desprecia las leyes del Mercado y deviene en amplio y triste Monopolio).
No hay comentarios:
Publicar un comentario