Asunción
de María.
Vaharadas de calor en
los chiqueros y un trombón municipal en el quiosco del parque. Farolillos,
gigantes, cabezudos. Todas las cuadrillas giran como un manojo de agujas
doradas camino de las cinco en los redondeles encendidos del sol. Fiesta en
España. La muerte se baraja junto a una lluvia de pétalos de sangre, rosa
mystica. El percal traza remolinos con la perfección circular de un compás
sustraído a los dioses. La vida se resume en un lance secreto y cadencioso,
hondo como un aljibe en estío, lento como una abeja de verano. Clarines y
timbales repiten el réquiem vespertino y una montera vuela hacia el espacio
como un hueso de tapir en el cine: Regina in caelum.
Ilustración de Pablo Pámpano
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