Sublevación negra en
Haití.
Ébano, café, dientes de azúcar. West Indies.
Hispaniola. En el pórtico de la plantación, tallados en un máscarón de proa
abandonado, los ojos sin pupilas de un San Sebastián retienen las lágrimas de
los muertos vivientes: esclavos ahogados en las sentinas calvinistas. Libertad de los Mares, Mayflower
África: Lord God most holy, deliver them from the bitter pains of
eternal death. En Port-au-Prince
los negros, ebrios de ron, decapitan a las águilas imperiales como si fueran
gallos de corral y clavan alfileres a muñequitos con la efigie de Napoleón.
Tambores en la selva. La
Revolución ha estallado en las playas del Caribe y los
esclavos rebeldes hacen sonar las conchas de los cararacoles libertarios: Songoro
cosongo songo be, songoro cosongo de mamey. Reptiles y miriápodos de la
jungla antillana saludan la victoria con fiereza animista.
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