Muerte de Manolete.
Cementerio
de cal, Córdoba sola,
coronada por
cuernos de herradura
cuando ha
partido el toro la cintura
de la
posguerra a punta de pistola.
El pasodoble araña en la
gramola
una letra cargada de amargura,
por el aire una herida:
arquitectura
de la estocada hundida
hasta la bola.
Hay crespones de sangre
en los altares:
elegías cantadas en
falsete
que adornan la Mezquita de alamares.
Y la vida se va por el
retrete
porque siempre es la
tarde de Linares,
Manuel Rodríguez Sánchez, Manolete.
La ilustración es de Pablo Pámpano
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