Hemos llegado juntos a la altura del tiempo, al nivel
de la vida donde aguarda un Destino. Las vigas de nuestra casa son de cedro
y de ciprés los artesonados. Ya volaron los pétalos sobre nuestras cabezas.
Descorred las cortinas, levantad los telones, porque el mar ha descubierto su
máscara de azufre y un niño se dibuja de pie sobre la hierba. En cajitas
de bronce los relojes inversos con su tic-tac de plomo han marcado la hora.
Delante de la aurora la nieve nos alumbra: una alfombra de luz se
extiende a nuestro paso. Grábame como sello en tu corazón, como sello en tu
brazo. Novia, hermana, madre, ¡mujer coronada de yedra!
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